La Policía Nacional ha desarticulado un grupo criminal dedicado al robo de cobre y ha detenido a cuatro personas en Badajoz y Cordóba a las que se les imputa un delito de receptación de cobre y pertenencia a grupo criminal, en la que se considera una de las mayores cantidades de cobre recuperadas pertenecientes a una empresa de telefonía, en concreto más de 18 toneladas, procedentes del robo de cableado telefónico.
La investigación, según ha informado la Policía Nacional en una nota, comenzó en la ciudad de Córdoba, tras tener los agentes conocimiento de que un grupo de tres personas estaban sustrayendo gran cantidad de cobre a nivel nacional, centrándose en las últimas fechas en Andalucía.
El cobre robado procedía principalmente del cableado de una empresa privada de telefonía.
Tras las investigaciones realizadas, se comprobó que los integrantes de la organización, de diversos orígenes, tenían una estructura interna muy bien definida con una división del trabajo muy clara entre sus miembros.
Cometían los hechos principalmente por la noche, tomando grandes medidas de seguridad para no ser descubiertos. Utilizaban herramientas de gran calidad para dejar el cobre sin envolturas y así adquirir una mayor valoración al realizar su venta en el mercado.
El material lo almacenaban en una nave situada en un polígono industrial de Córdoba y desde ahí lo distribuían por todo el territorio nacional en camiones que alquilaban para su transporte, vendiéndolo en chatarrerías que operaban de manera fraudulenta.
Se pudo comprobar que la mayoría de los viajes que realizaban para distribuir el cobre tenían como destino chatarrerías situadas en las ciudades de Badajoz y Bilbao.
Los agentes encargados de la investigación, a la vista de los datos obtenidos, solicitaron colaboración a agentes de Policía Nacional de Badajoz, pudiendo corroborar la participación del propietario de una de las chatarrerías situada en dicha ciudad con el grupo criminal.
La investigación ha permitido esclarecer el robo de 18.254 kilos de cobre, procedente principalmente del cableado de una empresa privada de telefonía, cuyo valor en el mercado conllevaría unas pérdidas de 800.000 euros aproximadamente.
